En el Tour de Flandes hemos podido comprobar como se vive el ciclismo en los Países Bajos, en este caso en Bélgica, daba gusto ver las carreteras llenas de gente, con las banderas correspondientes y siguiendo a todos los ciclistas y digo a todos ya que en este deporte, los aficionados no son de un solo corredor o equipo sino de todos, lo que se ama es el deporte en si. Si la prueba fue bonita mucho mas la imagen que pudimos ver al final de la retransmisión, un niño vestido con el maillot del Omega Pharma-Quick-step, daba un salto celebrando la victoria de Tom Boonem al igual que lo hacen otros niños en el fútbol por ejemplo, es una imagen verdaderamente bella, como sostiene un puñado de banderas de su región y nadie acude a quitárselas como ha ocurrido este fin de semana en un campo de fútbol en este país, donde el sentido democrático esta empobrecido.
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